La mayoría de las malformaciones congénitas del sistema genital femenino permanecen asintomáticas hasta la menarca o se descubren cuando se examina a la niña premenárquica. Este tipo de alteraciones adquiere importancia para el gineco-obstetra por varias razones: 1. Dificultad para establecer el sexo del neonato al momento del nacimiento. 2. Relación con herencia mendeliana, drogas y medio ambiente. 3. Asociación con malformaciones en otros órganos o sistemas. 4. Repercusión sobre el futuro fértil, sexual u obstétrico de la paciente. 5. Impacto sobre el desarrollo psicosocial (9). Sin duda alguna es importante establecer el diagnóstico tan pronto como sea posible,siendo en algunas ocasiones sencillo de realizar.
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